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martes, 27 de septiembre de 2011

Sexualidad responsable


La Sexualidad es todavía en muchos hogares el tema tabú por excelencia y el sistema educativo formal no asume una responsabilidad acorde a la necesidad.
Hay distintos caminos para abordar el tema de la prevención: educar con el miedo, educar para combatir un enemigo, educar para la responsabilidad.
El miedo, los prejuicios, la falta de información y la estigmatización no sólo no son caminos éticos, sino que producen efectos contrarios a los deseados.

Para transformarnos en seres libres, tenemos que atravesar los fantasmas del miedo.
La información es una herramienta fundamental para poder decidir, pedir, reclamar, negociar; en pocas palabras, para adquirir autonomía que garantice que los jóvenes se desarrollen eligiendo lo mejor para ellos mismos.


Es favorable generar espacios donde los jóvenes puedan vivir procesos de concientización y responsabilidad sobre lo que realmente necesitan, desarrollando hábitos y conductas saludables, ya que vivimos comparándonos con modelos de la televisión o cantantes que generalmente son “personajes”.
Favorecer el desarrollo de sus potencialidades para que sean menos vulnerables y así poder crear vínculos centrados en el afecto, la razón y la conciencia.

La autoestima es la manera de cómo nos sentimos con nosotros mismo, con nuestro cuerpo y como nos valoramos. Esto tiene que ver con la capacidad de amarnos, aceptarnos tal como somos, así como de apreciar cuanto valemos y lo importante que son las características que cada uno tiene.
TODOS SOMOS DIFERENTES PERO IGUALMENTE IMPORTANTES.

PADRES
A la hora de hablar de educación sexual responsable, es importante que podamos comprender la importancia de incluir a los padres, ya que ellos son los primeros educadores sexuales.
Este tema es posiblemente, para la mayoría de las personas, uno de los más difíciles de conversar en familia.
Distintas preguntas forman parte de la curiosidad de los niños/as y adolescentes en relación al sexo, y en general los padres no sabemos que contestar.
Cada etapa es diferente y las preguntas van cambiando.
Cuando los padres enseñamos, con el ejemplo y no con palabras, que se deben respetar los sentimientos de las otras personas, también hacemos educación sexual.
Lo mejor es decir la verdad con naturalidad, con el fin de transmitirles una sexualidad sana que permita que nuestros hijos crezcan como personas íntegras, con fortaleza interior y capaces de disfrutar la vida.
Los invitamos a charlar con nosotros los días sábado de 15 a 17hs en Caseros 3033

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